¡Ya llegue vivos canijos!
grito la catrina desde la puerta
solo volteo a ver con flojera el perrijo
El wero ni cuenta se dio que en la puerta estaba la muerta
El Gabino miro la con extrañeza
La parca gritó con más fuerza
La Eliza le aventó un libro a la cabeza
La flaca agachose con destreza
Vaya tercia de locos pensó la muerta
el perrijo olio sus huesos y le arrancó una piernita
corriendo emocionado cruzo la puerta
llorando y maldiciendo detras de un perro jijo cojita va la flaquita
El proximo año me la pagan se prometio la catrina
mientras el wero desde su cuarto preguntando salio
¿como que alguien grito, no?
Para alguien muy tragón
A sus flacas estaba la catrina
muy oronda sentada en la sala
observando como desde la cocina
el Gabino todo se almorzaba
Muy educado el Gabino ofreciole
una tortita de huevo o un sandwich de jamon
la parquita hambrienta aceptole
tristisimo Gabino de todo hizo un reverendo desparramon
Pobre, pobre catrina, para su mala suerte
La Eliza desde su cuarto escucho semejante fieston
a un grito la Eliza pregunto: Que pasooooo?
El ingrato Gabino abandono a su suerte a la muerte
Y desde el centro del relajo contesto:
¡Yo no fui, la parquita todo tiro!
La flaca impavida quedo
Y el Buen Gabino con tortita en mano de la cocina se esfumo
Para alguien bien desobligado
Aburrida como hongo bosteza la catrina
Camina y camina y su trabajo no la anima
de entre las calles escucha un grito pelado
Aaaannnnngggeeeelllllll, los trastes no has lavado
Aguza el oido pues eso le interesa
camina otro poco y el grito regresa
Aaannnnngeeeelllll, el patio te ha faltado
dos calles mas y el origen ha encontrado
Doblando la esquina de frente con Angel a chocado
Pobre Catrina todo su esqueleto esta desarmado
Mal armada Angel le ha ayudado
una pierna en la orejas y las manos en los zapatos
Angel de risa se ha botado
Ahi te encargo catrinita a mi jefecita que se ha enojado
Ahi te dejo los trastes y el patio por que a ti te han tocado
Eliza arrastra de la pierna en la oreja a la catrina
Lava y limpia la parquita por que el Angel ha escapado
La proxima a la malagueña me la cobro chamaco prieto
Se dice la parquita mientras el perrijo le arranca un hueso
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Hasta aqui con mis calaveritas,
Bueno, bueno, ¿A poco no estan chiditas estas calaveritas, quieres compartir algunas?, mandamelas y las publicamos. Animate verás que te van a salir bien
Ahora a lo que sigue..
La trascendencia de nuestros amigos y familia siempre son algo que cuesta superar, y es muy probable que jamás los podamos hacer, es por eso que aquí dejo unas anecdotas que nos permiten mantenernos en contacto con ellos
Quieres platicarnos algo sobre algún familiar o amigo que no está, dejame un comentario y te busco para que lo publiquemos
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....Ahora el recuerdo se va haciendo cada vez más lejano y me angustia saber que en algún momento se va a perder.
Cerca del 2007, entre Junio y Julio cursaba el último semestre de la carrera en Ciencias Biológicas, recuerdo bien por que ya estabamos con los preparativos de la fiesta de fin de curso y estaba rogando por que alncanzara boletos para toda mi familia, o sea, no todos obviamente, me refiero a mi papás, mi hermano y mis abuelitos.
La casa de mis abues esta en Cd Neza y nosotros ya estabamos en Ecatepec, hasta entonces, todavía frecuentabamos a mis abuelitos, ya no como antes pero si asistiamos las fechas importantes, ya sabes, cumpleaños de cualquiera que viviera en la casa de mis abuelitos, navidades o fin de año.
Hace ya tanto tiempo que no regreso a esa casa.
Ya no recuerdo bien como comenzó todo ese bendito trance, solo recuerdo entre la bruma de mi memoría que mis papas salieron de casa tranquilos a ver a mi abuelita por que mi tía le aviso a mi papá que su mamá se habia resbalado cuando andaba comprando la comida, yo me seguí haciendo mis cosas, que conociendome seguramente estaba estudiando para un Exámen a Título de Suficiencia, me contó mi mamá cuando regresaron que estaba bien, que se fracturó la cadera pero que ya la estaban atendiendo, de haber sabido lo que vendría.
Recuerdo que estaba yo enrredadisimo tratando de no reprobar materias al terminar la carrera, y entre cigarro, café y desveladas, iban y venian las noticias de casa de mi abuelita, las salidas de mis papás a su casa en Neza se hicieron mucho más frecuentes hasta que un día recibi una llamada mientras estaba en la escuela, era mamá, pidiendome que llegara a casa de mi abue por que se habia puesto grave y estaba en la Clinica 25 del IMSS, y de esas cosas que se te clavan en el corazón, todo el camino de regreso de la ENCB a Neza solo podía pensar en que apenas en diciembre del año pasado (2006) mi abue ya con unos tequilitas encima (ella no tomaba) me dijo -"Hijo; tu eres el primero de mi primer hijo, todos tu hermanos (mi hermano y mis primos) vienen detrás de ti, tambien vas a ser el primero de la casa que termine una carrera, tienes que dar el ejemplo"; mientras me decía esas palabras me propinó dos o tres cachetaditas, jeje, algo divertido para mi en realidad, por que no habia visto así a mi abue, por otro lado, estaba ya a la vista el último año de la licenciatura; repetía inconcientemente esas palabras en mi mente mientras llegaba a la que fue mi casa durante mi infancia, las calles ya no se parecían a las que recordaba, algunos negocios cercanos ya no eran los mismos, pero otros estaban intactos, aún estaba la recuaderia de la esquina y su olor característico a verdura y abarrotes, solo que ya no estaba Doña Lupe, el moño negro a la entrada me hizo suponer lo evidente, por alguna extraña razón recuerdo sentir un escalofrío que me salió por los dedos de las manos, tuve que sacudirlas para terminar de echarlo al piso; lo que sí se mantuvo y se mantiene, es esa escencia de barrio, al doblar la esquina de pronto me vi jugando futbol con los compas de la cuadra y escuche a mi mamá gritandome que me cambiara el uniforme de la escuela por que lo iba a romper, entre queriendo y no, me asumaba a las ventanas de las casas donde vivían mis amigos, la casa de mi abue esta justo a la mitad de la calle, cuando jale el cordoncito para abrir la puerta, un grito de la otra esquina me hizo voltear -!!!Koreano¡¡¡- ¿Que onda?, levante la mano saludando, ¿Pasas al rato a saludar?, que más qué pregunta sono a una orden, no reconocí muy bien quien era, mi hermano, que ya estaba ahí cuando entre me dijo que era uno de los gemelos, ya no lo volvería ver.
Papá no estaba solo estaba mi hermano, mi abuelito y mi mamá, que en cuanto me vió llegar me preguntó si ya habia comido, mi carnal estaba con una cara muy rara, como triste, como enojado, como ausente, mi abuelito me señalo la estufa y la comida, mi tía dejo echos frijoles y albóndigas, o más o menos eso recuerdo, la cocina olía a canela recien echa en el mismo posillo donde tantas veces mi abue me la calentaba para cenarme la concha que le habia robado a mi abuelito de su panaderia.
-Que bueno que llegaste hijo, te estaba esperando para alcanzar a tu papá en la clínica- me dijo mi ama, con su carita preocupada
¿Como esta mi abue?- le pregunte a bocajarro
-A eso voy por que tu papá no me ha hablado y ya casi se termina la hora de visita, come y se van para allá con tu abuelito, no lo dejen solo, indicación que segui a cabalidad. Cene rápido y en relativo silencio, mi abuelito solo se frotaba la cabeza, me preguntaba cosas al azar, que si le escuela, que si la novia, pero era evidente que su mente estaba en la clínica, se frotaba las manos y mascullaba algo que solo él entendía; -Listo- le dije a mi abue y mi hermano, -Vamonos- dijo mi abuelito, fiel a su costumbre sin dinero en la bolsa, consiguió que su vecino nos llevara todos apretados en su Datsun a la clínica, cuando llegamos mientras mi tía entregaba el pase de visita a mi papá yo encendia un cigarro sin filtro, de los que fumaba mi abuelito, para estas alturas ya ninguno de mis tios ni mis papas me regañaban por fumar enfrente de ellos, no llevaba ni dos caladas cuando mi abuelito me lanza una pregunta, y apartir de aquí mi memoría se hace nítida, más de lo que tal vez me hubiera gustado.
-¿Quieres ver a tu abuelita?, ¡¡vente!!, solo me dio chance a tirar el cigarro, se paró cerca de la entrada de visitas de la clinica, solo ahí habia buena luz, pasaban ya de las diez y media, pero para mi, quedamos sumergidos en una masa viscosa de tiempo, esperamos a que la enfermera se moviera, vimos que desapareció de la entrada, me dio un tirón de la mano y lo seguí por instinto, vaya que mi abuelito conoce la clinica, millones de veces la ha visitado, pero jamás con un motivo más grande, pasamos rapidito enfrente de la recepción, al parecer las enfermeras estaban cenando en un cuartito posterior, pegados a la pared donde evitabamos las islas de luz, llegamos al amplio cubo de las escaleras, esperamos a que bajaran las últimas personas de la ya ahora concluida hora de visita, subimos con con buen ritmo, no parecían pesarle los años a mi viejo, yo hasta ahora lo único que sabia es lo que habia escuchado en conversacione sueltas, mi abue entro a cirugía y que ya estaba en piso recuperandose, subimos al primer piso dimos vuelta a la derecha, nos trago una oscuridad menguada por la luz de la luna que entraba por las amplias ventanas sin cortinas, una colección de mamparas que más bien parecian cortinas de baño nos quedaron defrente todas iluminadas tristemente por una luz amarillenta, yo miraba a la ventana mientras avanzabamos cuando mi abuelito se freno en seco y me hizo retroceder de nuevo hasta el cubo de la escalera, con el corazón a mil por hora pensé nos habian descubierto, me quede quietesito pegado a la pared como me dijo mi abue, me dejo ahí esperando y sin voltear a verme avanzó de nuevo, no entendí lo que hablaba, pensé que se estaba disculpando con alguna enfermera, me ganó la curiosidad y terminé por asomarme. Me pegue lo más que pude a la ventana en lo oscuro, seguí a mi abuelito como avanzaba directo a la cuarta mampara, titubeante; sentí el corazon brincarme en el pecho, con esa felicidad mentirosa, con esa esperanza infame, con ese hueco que te deja en el alma esa realidad inevitable.
Fue la última vez que vi con vida a mi abuelita, la salude de lejos y me dejó acercarme, solo pude besarle su mano conectada al suero, me dijo que me fuera rápido por que no quería contagiarme, mi abue no sabía que el cáncer no se contagía por un abrazo, mi abuelito en su incapacidad de asimilar su nueva realidad, solo podía reclamarle -"María Elena no puedes hacerme esto"-, al final nos encontró una enfermera, regaño a mi abuelito, a mi solo me preguntó si era mi abuelita, asentí sin poder contestrarle, -llevate a tu abuelito, mañana vienen cuando les toque-, ese "mañana" para mi nunca llegó, solo quedó ese abrazo flotando en el aire.
💓💓💓 Dedicado a mi Abue, esperando que este cumpliendo lo que me pediste, ¡¡Te extraño mucho!!
JSV
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Pues entonces...
Es curioso cómo la vida, Dios, El Universo o aquello en lo que creas te muestra la cara. A mediados de mayo me enteré de una persona "enferma" dentro del seno familiar de una de mis amistades de años.
Como siempre que escuchamos esas palabras: "fíjate que mi familiar está malito", lo vemos tan lejano. Sí conociendolo nos es ajeno; al no tenerlo presente lo es aún más. Y que pase de "está malito" a "no saben lo que tiene, le van a hacer más estudios", se le vuelca a uno el alma, porque puedes empatizar la situación en la que tu amigo se encuentra, pero nunca vivirlo de la misma manera.
En fin, cuando escuchas las palabras: "ya está descansando", de alguna extraña manera se siente alivio, pero cuando te enteras que es una vida mucho más joven, la realidad te golpea para que entiendas, que nadie tiene la vida comprada. Esto resuena en el día a día: lo único que en realidad poseemos no es nuestro trabajo, ni lo que ganamos, ni de lo que creemos ser dueños... Lo único que poseemos es el tiempo, y cómo lo aprovechamos. Hay días que me quedo parado frente a la terminal de camiones viendo a la calle, y miro correr a toda esa gente, multitudes, mareas de cabezas que solo se observan caminar, corriendo del punto A al punto B. ¡Pobres almas que viven corriendo sin saber quién las persigue!
A veces vale la pena no correr, detenernos a recordar de quién nos enseñó, y entender que no importa si son más jóvenes que uno, siempre puedes aprender. Cualquiera puede ser tu maestro. Yo, por mi parte, aprendí. Aprendí de un niño, un niño de 8 años.
Anónimo